El yoga tiene múltiples beneficios a nivel vísico, mental y espiritual

Poco a poco, en este blog iremos viendo una amplia diversidad de ventajas que esta disciplina holística nos puede proporcionar, y un buen comienzo puede ser precisamente hablando sobre la columna vertebral.

“La edad se calcula por la flexibilidad de la columna vertebral”

La verticalidad es el símbolo de la confluencia entre el cielo y la tierra, entre el mundo de allí arriba y las cosas de aquí abajo. La verticalidad es lo que marca la diferencia entre el ser humano y el resto del mundo animal. Esta verticalidad nos ha proporcinado la base desde la que hemos desarrollado todas nuestras habilidades, desde la liberación de las manos, hasta un cerebro grande y complejo, con una infinidad de posibilidades.

El centro de esta verticalidad es precisamente la columna vertebral y toda su estructura de sujección. Sin embargo, nuestra columna sufre (excesiva curvatura, hombros caídos, respiración superficial,…), ya sea por nuestros hábitos posturales, la carencia de ejercicio suficiente y correcto, el estado agitado en el que nuestra sociedad se mueve, o por patologías de la propia estructura corporal.

Sea cual sea la causa, generalmente la lesión o molestia en cualquier parte de la columna (baja, media o alta), se caracteriza por una disminución de los espacios intervertebrales, así como de la rotación de las vértebras y la carencia de elasticidad de los tejidos.

El que ganamos con la práctica del yoga

Tomar conciencia de nuestro cuerpo, activando la escucha. Esto nos permitirá ver como nos estamos moviendo y colocando, de forma que podremos modificar aquello que haga falta en cada momento
Reforzar la musculatura de la espalda y mejorar la elasticidad de los tejidos, a través de los estiramientos posteriores, anteriores, laterales y movimientos de torsión
Armonizar las curvas naturales de la columna (cifosis y lordosis), para corregir las patologías (hipercifosis / hiperlordosis)
Rehidratación de los discos intervertebrales
Potenciar la mecánica de la respiración
Relajar y liberar las tensiones diarias

Para empezar, te dejamos dos ejercicios que te ayudarán a aliviar la tensión de la espalda, estirando la columna y oxigenando el cuerpo:

Ejercicio 1

Colócate de pie detrás de una silla y apoya las manos al respaldo
Inhalando, presiona levemente con las manos y estira la espalda, sintiendo como la columna se alarga
Lleva los hombros hacia atrás (sin forzar) y nota como el pecho se abre
Al exhalar, flexiona ligeramente las rodillas y curva la espalda llevando la pelvis hacia delante y flexionando la cabeza
Cuando hayas vaciado los pulmones, vuelve a la posición inicial y repite tantas veces como necesites

Puedes hacer el mismo ejercicio sentado en una silla o en el suelo, con las manos sobre las rodillas.

Ejercicio 2

Prepara un par de mantas, enrolladas de forma que quede un rectángulo
Siéntate ante las mantas y, poco a poco, ve bajando hasta dejar toda la espalda apoyada sobre las mantas
Separa un poco los brazos del cuerpo, de forma que los lados respiren y, si tus brazos te lo permiten, deja que las palmas de las manos miren hacia arriba.
Con las rodillas flexionadas, abre las piernas de forma que las plantas de los pies se toquen la una con la otra. Si hace falta, puedes descansar las rodillas sobre almohadas.
Relaja la musculatura facial, sobre todo la mandíbula inferior y respira con tranquilidad observando como va aflorando el descanso en todo tu cuerpo y tu mente.

Ejercicio 2

Decían los antiguos rishis:

“si la espalda está bien, todo tiene solución”

y recuerda...

Haz ejercicio de forma regular
Inspira y espira siempre por la nariz (boca cerrada)
En la práctica del yoga, la lentitud en el movimiento reduce el riesgo, fomenta la atención consciente y favorece el fortalecimiento del músculo y la rehidratación de los tejidos
En lo posible, cierra los ojos: te ayudará a relajar y a escucharte
Da espacio a tu mente para recrear paisajes bonitos y pensamientos de confianza
La vida te protege

Hari Om Tat Sat